Mi experiencia de caza con arco era nula y sin arco casi nula, una vez acabado el curso impartido por Paco Fernández, algunos tuvimos la suerte de poder ir con el un día de caza, en una finca privada "coto privado de caza" en el cual Paco se encarga del descaste de cabra mestiza.
Fuimos una tarde de verano, con el sol apretando de lo lindo, nos es la mejor estación para ir de caza pero la ilusión por cazar con el arco pudo al calor sofocante del mes de agosto, llegamos a la finca nos damos unas vueltas montaña arriba y abajo hasta localizar algunas cabras, intentamos rodearlas para entrar con viento de cara, pues aunque en esta finca no les han dado muchos tiros, la cabra es un animal listo y desconfiado, Santi y un servidor intentamos hacer una entrada a un grupo, pero francamente estuve un poco ruidoso y salieron en estampida. Más tarde Santi " Capi" lo intenta con un grupo reducido que estaban en un pelado bastante despejado, pero Santi consigue hacer hacer una entrada muy buena, sin ser visto, Paco Fernández y yo lo estábamos observando y francamente estábamos alucinando de ver el rececho desde la seguridad que da la distancia, Santi estaba armado con un Dioni arco recurvo al cual le tiene mucho cariño, pues no tienen nada que envidiar a marcas extranjeras incluso de precio superior, pero volviendo al rececho, Santi lo tiene difícil para aproximarse más y decide intentar un tiro algo largo para un recurvo, la flecha vuela perfecta, pero un poquito alta, el animal no sabe muy bien lo que pasa, pero intuye el peligro y poco a poco pone tierra de por medio.
Localizamos otro grupo, pero esta vez, intentamos averiguar por donde quieren pasar y hacemos una espera, nos refugiamos detrás de unos almendros y vemos que se dirigen hacia un camino que tenemos en frente, la adrenalina está subiendo y se une al nerviosismo de mí primer tiro con arco, que intuyo que puede estar muy cerca, de repente algo las asusta y provoca otra estampida........
vemos como los machos se van a la carrera, pero una cabra queda rezagada, Santi esta en posición de abrir el arco, pero yo estoy a su lado con el poleas armado y con el pin de 30 mtrs. puesto en su codillo, el animal se esta alejando cada vez más y me decido a soltar mi flecha, la cabra estaba a 32 mtrs. el tiro fue un pelo bajo pero atravesó la cabra como si fuese mantequilla,y le hizo una herida mortal nos acercamos al lugar pisteamos el animal, lo encontramos refugiado debajo de uno algarrobo y Santi lo remata con una certera flecha.
Pedrito Amengual
